Bienvenidos a Viltis, el blog jurídico especializado en el ámbito español. En esta ocasión, hablaremos sobre un tema que preocupa a muchos inquilinos y propietarios en España: la fianza en los contratos de alquiler de vivienda gestionados por la IBAVI (Instituto Balear de la Vivienda).

Antes de adentrarnos en el tema, es importante aclarar que la IBAVI es una entidad pública que tiene como objetivo facilitar el acceso a una vivienda digna en las Islas Baleares. Entre sus funciones, se encuentra la gestión de viviendas en alquiler para personas con bajos recursos económicos.

¿Qué es la fianza en un contrato de alquiler?

La fianza es una cantidad de dinero que el inquilino entrega al propietario en el momento de firmar el contrato de alquiler. Esta cantidad tiene como finalidad garantizar el cumplimiento de las obligaciones del inquilino, como el pago del alquiler y el buen uso de la vivienda.

En el caso de los alquileres gestionados por la IBAVI, la fianza suele ser equivalente a un mes de alquiler. Sin embargo, en algunos casos puede ser mayor, dependiendo de la vivienda y las condiciones del contrato.

¿Qué sucede con la fianza al finalizar el contrato de alquiler?

Una vez finalizado el contrato de alquiler, la IBAVI tiene un plazo de 30 días para devolver la fianza al inquilino. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta devolución está sujeta a una serie de requisitos, como por ejemplo, que el inquilino haya cumplido con todas sus obligaciones y que la vivienda se encuentre en buen estado.

En caso de que la vivienda presente daños o desperfectos, la IBAVI puede retener una parte de la fianza para cubrir los gastos de reparación. En caso de que la vivienda se encuentre en perfecto estado, la totalidad de la fianza deberá ser devuelta al inquilino.

Consejos para evitar problemas con la fianza

Para evitar conflictos con la fianza al finalizar el contrato de alquiler, es importante que tanto el inquilino como el propietario realicen un inventario detallado de los bienes y muebles que se encuentran en la vivienda al momento de la firma del contrato. Además, es recomendable que se realice un informe de estado de la vivienda y se incluyan fotografías para tener pruebas en caso de posibles daños.

Otro consejo importante es que ambas partes firmen un documento de entrega de la vivienda al finalizar el contrato, en el que se haga constar el estado en el que se encuentra y se acuerde la devolución de la fianza.

En conclusión, la fianza en los contratos de alquiler gestionados por la IBAVI es una medida de protección para ambas partes y su devolución está sujeta a ciertas condiciones. Por ello, es importante que tanto inquilinos como propietarios conozcan sus derechos y deberes en relación a la fianza para evitar posibles problemas.

Esperamos que este artículo haya sido de utilidad y si tienes alguna duda o comentario, no dudes en dejarlo en la sección de abajo. ¡Hasta la próxima en Viltis!