Bienvenido a Viltis, el blog jurídico donde encontrarás información relevante sobre diferentes temas legales. En esta ocasión, hablaremos sobre la diferencia entre un contrato formal y uno no formal.
Antes de profundizar en el tema, es importante aclarar que ambos tipos de contratos son válidos y tienen efectos legales, sin embargo, existen ciertas diferencias que es necesario conocer.
Contrato Formal
Un contrato formal es aquel que sigue una estructura y requisitos específicos establecidos por la ley. Este tipo de contrato se caracteriza por ser escrito, detallado y solemne, es decir, debe ser firmado por ambas partes ante testigos o un notario público.
Además, un contrato formal suele incluir cláusulas específicas y detalladas, así como un lenguaje técnico y legal. Este tipo de contrato es común en transacciones comerciales, contratación de servicios profesionales o arrendamientos de bienes inmuebles.
Contrato No Formal
Por otro lado, un contrato no formal es aquel que no sigue una estructura o requisitos específicos establecidos por la ley. Este tipo de contrato puede ser verbal o escrito, pero no requiere la formalidad de un contrato formal.
Un contrato no formal suele ser más sencillo y breve, y puede incluir términos y cláusulas acordados por ambas partes de manera informal. Este tipo de contrato es común en transacciones entre amigos o familiares, préstamos de dinero o contratación de servicios no tan complejos.
Ejemplo de contrato formal y no formal
Imaginemos que Juan y María desean formalizar su relación laboral mediante un contrato. Juan es un diseñador gráfico y María necesita sus servicios para crear el logotipo de su empresa.
Si deciden firmar un contrato formal, este deberá incluir cláusulas específicas sobre los servicios que Juan debe prestar, el plazo de entrega, la forma de pago, entre otros detalles. Además, deberán firmar el contrato ante un notario público y contar con testigos para que sea válido.
En cambio, si deciden realizar un contrato no formal, pueden acordar los mismos términos, pero de manera verbal o a través de un correo electrónico. No necesitarán de la presencia de un notario ni de testigos, pero el contrato seguirá siendo válido.
Es importante tener en cuenta que, aunque un contrato no formal puede ser más sencillo y rápido de realizar, puede generar problemas en caso de incumplimiento o malentendidos entre las partes. Por eso, es recomendable siempre formalizar los acuerdos a través de un contrato formal.
Esperamos que este artículo te haya sido útil para comprender la diferencia entre un contrato formal y uno no formal. Si tienes alguna duda o comentario, no dudes en dejarlo en la sección de comentarios. ¡Hasta la próxima!
