Bienvenidos lectores de Viltis, en esta ocasión les traemos un tema que ha generado mucha controversia en el ámbito jurídico español: la demanda contra Red Bull por publicidad engañosa.
Desde hace años, la popular bebida energética ha sido objeto de críticas por parte de consumidores y organizaciones por su publicidad que promete un aumento inmediato de energía y rendimiento. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en estas afirmaciones?
La demanda
En el año 2013, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presentó una demanda contra Red Bull por publicidad engañosa y prácticas comerciales desleales. La OCU alegaba que la bebida no cumplía con sus promesas y que, además, podía ser perjudicial para la salud.
La demanda se basaba en el artículo 6 de la Ley General de Publicidad, que establece que «la publicidad será veraz y no podrá ser engañosa». Además, la OCU argumentaba que la publicidad de Red Bull no indicaba claramente que su consumo debía ser moderado y no recomendado para ciertas personas, como embarazadas o menores de edad.
La respuesta de Red Bull
Por su parte, Red Bull defendió su publicidad asegurando que sus productos cumplían con la legislación y que las afirmaciones sobre sus efectos eran respaldadas por estudios científicos. Además, argumentaron que la publicidad no era engañosa, ya que no prometía resultados inmediatos sino un aumento de la energía y el rendimiento a largo plazo.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid dictaminó en 2015 que la publicidad de Red Bull era engañosa y que no cumplía con las normas de veracidad y legalidad. La empresa fue condenada a retirar ciertos mensajes de sus campañas publicitarias y a pagar una multa de 30.000 euros.
¿Qué pasó después?
Tras esta sentencia, Red Bull modificó su publicidad y añadió advertencias sobre el consumo moderado de la bebida. Sin embargo, la OCU consideró que estas modificaciones no eran suficientes y presentó una nueva demanda en 2018.
Esta vez, el Tribunal Supremo dio la razón a la OCU y confirmó que la publicidad de Red Bull seguía siendo engañosa y no cumplía con las normas de veracidad y legalidad. Además, ordenó a la empresa a pagar una multa de 50.000 euros y a retirar todos los mensajes engañosos de su publicidad.
En definitiva, esta demanda contra Red Bull nos enseña la importancia de la veracidad y transparencia en la publicidad y cómo las empresas deben ser responsables en sus mensajes. ¿Tú qué opinas? Déjanos tu comentario y comparte tu opinión sobre este tema.