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En esta ocasión, queremos hablar sobre un tema que puede ser de gran interés para aquellos que se encuentran en una situación de alquiler o arrendamiento: la fianza activo o pasivo.
Antes de entrar en detalle, es importante entender qué es una fianza. Se trata de una cantidad de dinero que el inquilino entrega al propietario al momento de firmar el contrato de alquiler, como garantía en caso de incumplimiento de las obligaciones establecidas en dicho contrato.
En el ámbito español, existen dos tipos de fianza: activo y pasivo. La diferencia entre ambas radica en quién es el responsable de hacer frente a los gastos derivados del mantenimiento del inmueble.
Fianza Activo
En el caso de la fianza activo, el inquilino es el responsable de pagar los gastos de reparación o mantenimiento del inmueble. Esto significa que, si durante la duración del contrato se produce algún daño en la propiedad, el inquilino deberá hacerse cargo de los costes de reparación.
Es importante tener en cuenta que, en este tipo de fianza, el propietario no puede retener la cantidad entregada como fianza para cubrir estos gastos, a menos que exista un acuerdo explícito entre ambas partes.
Fianza Pasivo
Por otro lado, en la fianza pasivo, es el propietario quien se hace cargo de los gastos de reparación o mantenimiento del inmueble. En este caso, si se produce algún daño en la propiedad durante la duración del contrato, será el propietario quien asuma los costes de reparación.
Es importante destacar que, en la fianza pasivo, el propietario tiene derecho a retener la cantidad entregada como fianza para cubrir estos gastos, siempre y cuando exista un acuerdo previo entre ambas partes.
Es importante que, al momento de firmar un contrato de alquiler, ambas partes estén de acuerdo en el tipo de fianza que se va a establecer, ya que esto puede tener un impacto significativo en caso de algún daño en el inmueble.
En Viltis esperamos que esta información te haya sido útil y si tienes cualquier duda o comentario, no dudes en dejarlo en la sección correspondiente. ¡Hasta la próxima!
